Meses de ritmo acelerado, reuniones interminables, estrés, preocupaciones, temas pendientes, agenda repleta, cansancio y por fin llegaron las vacaciones. Ese periodo de tiempo en el que queremos tomarnos un respiro y pararnos para descansar.
Es el momento de desconectar, disfrutar de nuestra familia, de nuestras aficiones y de nuestros amigos y cargar pilas para volver con energía, ilusión y ganas. Pero lo hacemos? Empezamos el periodo vacacional con una lista interminable de deseos que, sin darnos cuenta, se transforma en “obligaciones” y nos seguimos comportando como durante todo el año.
¿Por qué nos cuesta?
Existen muchos motivos por los que nos sucede esto aunque yo me voy a detener en dos:
- El primero: confundimos hacer con lograr. Estamos tan centrados en hacer que nos cuesta retrasar la acción para poder pensar, nos cuesta pensar porque para pensar hay que parar de hacer. Y no sabemos hacerlo. Nos dejamos llevar por el ritmo frenético en el que estamos inmersos. No hacer nos da la sensación de estar perdiendo el tiempo y en la sociedad eso no está muy bien visto. Así que, mentalmente elaboramos listas que nos hacen seguir estando ocupados y al final no tenemos tiempo para las cosas verdaderamente importantes.
- Y el segundo es otro que nos ocupa especialmente; la tecnología. Gracias a la revolución digital ahora vivimos en un mundo en el que estamos conectados con más sitios, personas, acontecimientos y culturas que nunca. La cantidad de estas conexiones es “rica” pero la calidad de nuestra conexión con otros y con nosotros mismos en particular es “pobre”.
Y el efecto de que se den ambos es que, durante todo el año y también en el periodo estival, va pasando el tiempo y sin darnos cuenta llegamos al final de las vacaciones sin que hayamos hecho lo que queríamos hacer; desconectar.
¿Qué podemos hacer?
¿Cómo podemos desconectar para conectar con nosotros mismos? ¿Cuántas veces nos preguntamos el qué, por qué y sobre todo el para qué de lo que hacemos? Tiene sentido para nosotros o es lo que esperan los demás? ¿Estoy cuidando lo que es importante para mí?, ¿Sabemos lo que es importante para nosotros? ¿Sabemos lo que queremos? Normalmente lo que me encuentro son personas que saben lo que no quieren pero les cuesta definir lo que quieren.
Es importante conectar con nosotros mismos para saber qué queremos y cómo queremos vivir. Es importante hacerlo periódicamente, pero como siempre ponemos como excusa el tiempo, aprovechemos ahora que tenemos más tiempo para reconectar con quien estamos las 24h del día, que somos nosotros mismos. Hay que empezar por nosotros primero para conectar con el resto. Los humanos tenemos la necesidad de relacionarnos y compartir cosas con los demás constantemente. Aun así, también es necesario tener ratos para estar con nosotros mismos. Momentos para poder contactar con nuestra propia necesidad, con lo que realmente estamos sintiendo, y con lo que queremos.
Epicuro decía: “El diálogo más difícil es el que debemos mantener con nosotros mismos”
¿Cómo hacerlo? A cada uno le motivan cosas diferentes pero generalmente en la sencillez está la riqueza:
- Detente para estar presente.
- Ten tiempo para no hacer nada. Busca espacios para estar contigo mismo.
- Conecta con la naturaleza y el entorno. Da paseos por la montaña o la playa, haz excursiones, ejercicio, ve en bicicleta, corre, nada, salta, baila bajo las estrellas …
- Inspira el alma, lee, escucha música, ve a una exposición, mira una película, viaja.
- Conversa, con aquellos a los que quieres y disfruta de ellos!!. Pero recuerda para conectar con el otro, primero hemos de conectar con nosotros mismos.
- Y pásate unos días de lo digital a lo analógico. Móvil, ipod, ipad … nos hace pensar que estamos conectados con el mundo y sin darnos cuenta le damos el poder de desconectarnos de nosotros y de los que nos rodean.
Hace unas semanas leí que el profesor italiano Cesare Cata elaboró la siguiente lista de deberes para sus alumnos:
“Apaga el móvil, pasea por el bosque y escucha el silencio… Hace mucho que no lo haces, ¿verdad? Pues este verano, pruébalo.
Cuando camines por la playa, escucha las olas, huele el mar y siéntete feliz.
El verano inspira aventuras y sueños… Atrévete a hacerlos realidad. ¡Tú puedes!
Si te sientes triste o asustado, no te preocupes, el verano, como todas las grandes cosas, trastorna el alma.
Baila sin sentirte avergonzado, la vida es un baile, ¿no crees que sería una vergüenza no formar parte de él?”
Me gustó, pienso que son los mejores deberes que se pueden recomendar. Hagámoslo y seamos ejemplo para los que nos rodean.
Y finalizo dejando un video de la compañía de telefonía DTAC, la segunda más grande proveedora de telefonía GSM en Tailandia. Y sacad vuestras propias conclusiones!! [vc_video link=»https://youtu.be/Qqnn3GtGgf4″ ratio=»3×2″]
Feliz verano!!