Cuéntanos quién eres y cómo llegaste a formar parte del equipo de Solorelatio.
Siempre me ha atraído la psicología, la conducta pero antes inicié estudios de interiorismo. Mi llegada a la consultoría fue casi por azar. Después de varios trabajos part time combinados con mis estudios empecé a dedicación completa en una reconocida escuela de negocios como assistant de programas de desarrollo directivo en la que estuve trabajando durante 10 años. Ahí es donde conocí y aprendí el ámbito del desarrollo profesional y el oficio de consultora. Esa atracción hizo que estudiase (esta vez sí!) psicología organizacional, continuase formándome y decidiera dar el salto a la consultoría. A veces la vida tiene maneras muy curiosas de mostrarte el camino. Mi llegada a Solorelatio tiene mucho que ver con relaciones de confianza y conversaciones poderosas y fruto de ambas cosas apareció la oportunidad de hacer una entrevista con Nuria y Claudio y… hasta hoy!!!
¿Qué haces exactamente en Solorelatio?
Diseñar propuestas que faciliten crecer a las personas y equipos en sus organizaciones. Realizo procesos de consultoría en dirección de personas. Desarrollo programas de liderazgo. Acompaño intervenciones que integran expectativas y aspiraciones a personas y organizaciones.
¿Se puede conciliar la vida laboral y personal?
La consultoría puede ser una profesión muy exigente en términos de tiempo. Se puede conciliar si eres consciente del impacto que tiene a corto y largo plazo y lo conviertes en una prioridad. La gestión a veces es compleja porque hay épocas de trabajo valle y otras que pueden ser una locura. Unido a los roles que desarrollamos (madre, compañera, hija, hermana, amiga, socia,) en cada época de nuestra vida. A mí me ayuda estar en contacto con lo que siento y necesito. Y concilio asegurándome de que en la agenda hay espacio reservado para mí. Como por ejemplo; caminar por la playa, bailar, viajar, el teatro, hacer Chi kung … sin que falten sobremesas de conversaciones distendidas y con muchas risas.
Hablando de pollos… ¿Cuál es tu receta favorita?
No creo que haya una receta única. Si hablamos de “pollos” relacionales, detrás de cada “pollo” hay tantos elementos (visibles e invisibles) que lo que ha ayudado en una situación puede no ser definitivo en otra. En todo caso lo que sí que ayuda siempre es hacer un buen diagnóstico, escuchar a todos los actores, respetar cómo lo están viviendo, reconocer al otro, e intento conciliar en lugar de escoger entre contrarios. Empezar la conversación definiendo los hechos y dedicando tiempo.
¿Qué cosas valientes has hecho ya en tu vida?
Destaco varias, las dos primeras coinciden con la sensación de vértigo ante un cambio y las siguientes, en su momento, de miedo y bloqueo.
- Independizarme a los 23 años.
- Dejar un trabajo en una empresa sólida, con contrato, ¡¡¡después de 10 años y… pasar a ser autónoma!!!
- Operarme de la columna mediante laparoscopia (era la primera persona en España que lo hacía mediante este sistema). ¡¡¡Hace ya 28 años!!! Me daba mucho miedo pero fue un gran regalo.
- Decir SI a tener un perro después de muchos años de insistencia de mi hija. Desde niña he tenido un miedo atroz a los perros, me paralizaba. Ahora siento mucha ternura por un labrador retriever de ya dos años. 😊😊
- Caminar sobre brasas
¿Cómo te desafías a ti misma para seguir creciendo como profesional de la consultoría?
Para mí y para el equipo de Solorelatio es tan importante conocer las tendencias y actualizar conocimientos como el trabajo de desarrollo personal. “Pasar por la yogurtera” le llamamos. Conocerse, aprender, desaprender, cuestionarse y reconocerse es esencial para hacer nuestro trabajo desde donde lo hacemos. Seguir trabajándome a nivel personal me permite ponerme delante de las situaciones de dirección de personas o equipos y manejar los desafíos con confianza y encontrar soluciones efectivas a medida que las cosas maduran. Los retos siempre son oportunidades.