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La Soledad no Deseada: Un fenómeno silencioso que grita ser escuchado.

La soledad no deseada es un fenómeno cada vez más presente en nuestras organizaciones. Los datos son demoledores:

  • Un 94% de los trabajadores de todo el mundo creen que algunos de sus compañeros experimentan soledad al menos una vez al mes (SyncXL)
  • El 77% de los  líderes directivos dicen que los miembros de sus equipos experimentan la soledad una vez al mes (SyncXL)
  • El 62% de los adultos ocupados en USA dicen sentirs solos en el trabajo (Cigna 2022)
  • 154.000 millones de dólares anuales es el coste estimado en las empresas en el mundo por el absentismos del cual la Soledad no deseada es un claro factor causante

Pero ¿qué es la Soledad no deseada? Se refiere a la experiencia de aislamiento emocional y social que una persona sufre cuando, aunque desea tener compañía o formar parte de una comunidad, no puede lograrlo. A diferencia de la soledad elegida, donde se busca el aislamiento temporal para la reflexión personal o el descanso, la soledad no deseada es profundamente dolorosa y puede tener consecuencias devastadoras tanto para la salud mental como física.

Ante este panorama, diferentes organizaciones han comenzado a actuar para reducir el impacto de la soledad no deseada. Y este es el caso de la San Juan de Dios Solidaridad que, con el objetivo de actuar para atajarla, nos invitó a redactar una Guía Práctica para conocer y actuar para reducir la soledad no deseada en el entorno laboral.

Desde Solerelatio y en cooperación con Mario Sorribas de Storytelling & Co, hemos redactado una guía que puedes consultar y obtener en aquí.

Y aquí te dejamos y resumimos las 10 recomendaciones para directivos y mandos medios de cualquier organización que quiera actuar para mitigar esta soledad:

  1. Construye confianza para generar seguridad

    Las personas precisan entornos seguros para dar lo máximo de sí mismas. Sin duda, en estos hábitats es menos probable que proliferen los casos de soledad no deseada y es más sencillo prevenirlos. La seguridad se basa en la construcción de espacios de confianza y ésta, a su vez, depende del trabajo de todas las personas que pueden construirla, desde la alta dirección hasta los colaboradores. A mayor sensación de confianza, menor percepción de incertidumbre y, por tanto, mayor percepción de seguridad y cercanía.
  2. Construye cooperación para generar posibilidades

    Crear conciencia de equipo aporta numerosos beneficios. Y crear contextos de cooperación aún más. Los proyectos se desarrollan con mayor valor e innovación, al aportar más puntos de vista; se gana agilidad, al reducir fricciones y burocracias entre personas y departamentos. Pero, desde luego, la cooperación impone la necesidad de interacción y ésta limita mucho la posibilidad de sentimientos de soledad no deseada. Crear cooperación es aumentar la capacidad y la conciencia de impactar positiva y recíprocamente en los resultados de otro miembro de la organización. Crear cooperación es cuidar del “cuidado” entre colegas.
  3. No esperes a que el problema se manifieste para tomar medidas

    A diferencia de otras amenazas, la soledad no deseada es un problema que, por su naturaleza individual, no se muestra hasta que es demasiado tarde. Tomar ciertas medidas de evaluación, mantener el contacto con las personas, promover diálogos informales y solicitar la colaboración de toda la plantilla facilitará su detección.
  4.  Hazte presente. Dedica tiempo a los encuentros individuales

    Una forma de detectar y evitar precozmente la soledad no deseada es mantener una agenda de encuentros individuales con el mayor número posible de personas de la organización. Incluso cuando la organización es muy grande, siempre existen formas de lograr que cada individuo se sienta reconocido e importante para la dirección. Ya sea que te encuentres en la alta dirección, como si tu posición es la de mando intermedio, trata de gestionar tu agenda para lograrlo.
  5. Reconoce y haz visible la contribución de cada persona

    Tanto si es en un encuentro individual como en uno colectivo, no dejes de proporcionar el feedback necesario. Y no te ahorres reconocimientos, aunque tengas que dar malas noticias. Primero, porque la inmensa mayoría de personas sentirán que su trabajo es tenido en cuenta, incluso si admite mejoras. Segundo, porque todo el mundo tendrá oportunidad de interactuar contigo de una manera amable y segura. Si, además, haces visible y conocida por todos la aportación de cada persona, ayudarás a construir la confianza y seguridad necesarias
  6. Muestra tu vulnerabilidad

    Algunos estudios (Kleynhans et al: 2022) han demostrado empíricamente que la autenticidad es una de las características del liderazgo que mayor confianza genera entre los empleados, especialmente en tiempos de incertidumbre. Precisamente, este estilo se caracteriza por la genuinidad, la ética y la transparencia en la comunicación, implicando también que el líder se muestre vulnerable cuando sea preciso. Desde esa confianza, las personas pueden también mostrar sus dificultades (entre ellas, la sensación de soledad no deseada) con mayor facilidad.
  7. Considera el error como una parte esencial del aprendizaje

    Las organizaciones más exitosas suelen distinguir bien entre el error y la incompetencia. El primero es resultado de un interés en la experimentación y la prueba. El segundo es la consecuencia de la dejadez. En las organizaciones donde prima la confianza, el error es aceptado, compartido y analizado en busca de nuevas formas de innovación y mejora. Y, de paso, como manera de evitar el aislamiento.
  8. Facilita que las personas compartan sus historias de éxito y fracaso

    Una de las maneras más eficaces de compartir el aprendizaje es a través de las historias de éxito y de fracaso. Si la organización establece espacios y momentos para que esas narraciones fluyan y se compartan, quienes la integran se sentirán en mayor confianza de participar, aportar y ser reconocidos. Sea cual sea el ámbito y alcance de tu jurisdicción, crea espacios de encuentro y de reconocimiento.
  9. Mide, escucha y toma decisiones sobre la soledad no deseada

    Quienes lideran tienen la responsabilidad de supervisar los avances de cada proyecto. Observar y poner atención en los indicios de soledad no deseada es una manera de evitar problemas mayores. Así pues, es recomendable realizar diagnosis formales o informales, encuestas para escuchar la voz de las personas en las organizaciones, establecer objetivos, dedicar recursos y evaluar la eficacia de esas medidas.
  10. No lo anuncies, simplemente: hazlo. Sé un referente de la acción

    Tu determinación en prevenir y evitar el problema de la soledad no deseada debe trascender el ámbito de las palabras, las declaraciones y las buenas intenciones. Como persona en posición de liderazgo debes ser consciente de tu influencia y de tu capacidad como referente para las demás personas. La soledad no deseada exige recordar, de manera innegociable, que la diferencia entre hacer las cosas y no hacerlas es, precisamente, hacerlas.

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