Nunca le he sacado tanto partido a un video de cinco minutos. Y no por haberlo reproducido muchas veces en mis intervenciones si no por la potencia de las conversaciones que han generado las ideas que en él se vierten.
Es un video de Ives Morieux, socio director de BCG, a quien sigo desde hace muchos años y de quien he aprendido mucho sobre lo que es la cooperación y cómo crear contextos para que emerja y que, entre otras cosas, se hizo famoso por una de las mejores TED Talks sobre cooperación que he visto.
Morieux plantea que un líder crea valor cuando es capaz de hacer tres cosas:
1. Liderar. La obviedad parece supina e incluso parece un absurdo usar el mismo verbo para definir lo que se quiere definir. Sin embargo el punto es que existen muchísimas definiciones de liderazgo pero Morieux plantea una realmente única. Y dice que un líder crear valor liderando cuando “hace aquello que los miembros de su equipo espontáneamente no harían” ya que, si el equipo lo hiciera espontáneamente, qué sentido tendría su liderazgo. A ello agrega que si un líder no crea valor de esta manera sustrae valor y, si un líder sustrae, valor más vale sustraer al líder cosa que muchas organizaciones aún no tienen muy claro. En el fondo nos está diciendo que el líder ha de ser un activo buscador, definidor y solucionador de problemas que impiden el avance del equipo hacia sus objetivos estratégicos y que, por tanto, necesitan ser resueltos.
Y Moriuex no está solo en este enfoque ya que recientemente me he encontrado con una definición similar del Dr David Niño del MIT Profesional Education que afirma que “el liderazgo tiene lugar cuando alguien reconoce y satisface necesidades desatendidas de un grupo”.
La potencia del este verbo entendido de esta manera nos abre hacia un liderazgo transversal en el que cualquiera puede en algún momento ser un líder y nos enfrenta a la pregunta de cuántos problemas que espontáneamente tu equipo no es capaz de resolver estás resolviendo tú.
2. Comprometer. No hay nada más complejo que crear condiciones para que una persona decida comprometerse. No podemos ordenar que una persona se conecte con un proyecto o vuelque su conocimiento y experiencia al servicio de una empresa o focalice su energía de acción, su pasión, en la consecución de sus objetivos. Sólo podemos crear condiciones para que, como dice mi colega Jordi Garriga, socio director general de e-motiva, seamos dignos del compromiso de nuestros colaboradores.
Este verbo está al servicio de construir esos espacios en los que podamos ver florecer ese esfuerzo último, esa milla adicional de entrega que un colaborador realiza y que es la evidencia más clara de que está comprometido. Por ello, en el rol del líder está la creación de Visiones inspiradoras, de relatos con sentido, de toma de decisiones consistentes, honestas y éticas porque sólo así seremos capaces de transmitir la confianza necesaria que es el primer paso hacia el compromiso.
3. Cooperar. Existen muchas definiciones de cooperar. Entre ellas la de actuar de manera conjunta con una u otras personas para alcanzar un propósito común. No es una mala definición pero Morieux va más allá, da una vuelta de tuerca más, y nos dice que cooperar es hacer que el comportamiento de un colaborador impacte positivamente en la efectivamente de otro colaborador en la organización.
Es, sin duda alguna, un verbo conectado con el concepto de interdependencia ( y no el mal usado de transversalidad) ya que está es la propiedad de un sistema de personas que determina que todos ellas están interconectadas y que la acción de una, ya sea de manera consciente o inconsciente, activa o pasiva, impacta en las acciones de otra.
Y hay método para crear cooperación y por ello el líder, entre otras cosas, debe saber activar la cooperación depurando relaciones y activando acuerdos entre las partes para conseguir mejores resultados o aumentar la exposición a las consecuencias de las acciones de unos y otros o, en el extremo, penalizar más el actuar desde la no-cooperación que cometer un error.
Hasta aquí lo sintetiza Morieux en su video, pero se hace necesario agregar un verbo indisociable al rol de liderazgo.
+1. Ejecutar: No es posible ser líder si no somos capaces de convertir en realidad nuestras visiones, nuestros conocimientos o nuestras decisiones. La conexión de las ideas con los actos y el impacto de esos actos es la esencia de la creación de valor del liderazgo. Y pasar de las ideas a los hechos quiere decir tener una visión amplia de los contextos, de las tendencias, de los clientes, de los procesos, de todos los actores vinculados y de los recursos necesarios.
Ejecutar implica la enorme responsabilidad de impactar positivamente en la cuenta de resultados.
Y es por ello que desde hace mucho tiempo soy un convencido de que “la diferencia entre hacer las cosas y no hacerlas es hacerlas”
(Si quieres ver el video de 5 minutos clicka aquí)