En el momento en que por fin los 2 años de pandemia parece que dan paso a una inminente etapa de vida sin mascarillas y sin cuarentenas, de volver a los abrazos y las risas, de viajar y relacionarnos sin restricciones, de respirar felicidad, nos azota una nueva situación en la que el miedo, la angustia, la indignación, la tristeza y el dolor ocupan nuestras mentes y nuestros corazones: la guerra contra Ucrania.
Sólo ha pasado una semana, y el daño ya causado es irreparable: las víctimas mortales (de ambos bandos), el horror de los que han tenido que salir de su país y de los que no han podido hacerlo; el sufrimiento indecible de los que viven en el extranjero y tienen a sus familias en Ucrania… Y también la impotencia del pueblo ruso que no comparte esta guerra…
Una nueva situación que hay que explicar a los niños, porque no lo entienden y están asustados. Y que a los adultos nos hace temer los peores escenarios que nunca hemos querido imaginar; que vuelve a poner en evidencia que somos muy pequeñitos y que nuestras vidas penden de un hilo… o mejor dicho, de un “botón”, y que si alguien da la orden de pulsarlo todos nuestros anhelos, sueños y preocupaciones pueden volar por los aires…
Pero no quiero sonar fatalista, todo lo contrario. Martin Luther King dijo: “Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, aun así yo hoy todavía plantaría un árbol”.
Está claro que no tenemos la posibilidad de cambiar directamente muchas de estas circunstancias. Y tampoco podemos quedarnos atrapados en la “zona de preocupación”, angustiados por lo que pasará. Y lo que sí podemos hacer es trabajar en nuestra “zona de influencia”. Podemos plantar nuestro árbol hoy! Esta es nuestra parcela controlable. Mañana no depende de nosotros…
Y en nuestro hoy, en cada HOY, en esta parcela controlable podemos trabajar activamente para CONSTRUIR PAZ.
Y os preguntaréis, ¿cómo desde SOLO Consultores vamos a “CONSTRUIR PAZ”?
Tomemos como premisa que todos, absolutamente todos, estamos llamados a CONSTRUIR PAZ.
En SOLO entendemos que nuestra contribución a un mundo en el que reine la paz pasa por la esencia de todo nuestro modo de hacer y sentir.
Desde nuestro enfoque de Valor Total, CONSTRUIR PAZ se concreta en asegurar que el beneficio económico no esté por encima del valor relacional, es decir, que el objetivo de ganar dinero (o poder) no justifique desatender a las personas. En trabajar en una cultura donde el valor de la confianza esté en el centro. Nuestro modelo invita a una adaptación al cambio siempre sostenible, siempre dentro de lo legítimo, y siempre mirando por una sana evolución de la empresa y, en definitiva, de la propia naturaleza humana…
Está en nuestra mirada de aceptación incondicional hacia las personas con las que trabajamos, en el lenguaje apreciativo y no violento; está en nuestro trabajo cuando capacitamos y acompañamos a los líderes para que opten por buscar las vías de la conciliación y de la “comunicación no violenta” (un ejemplo de esto lo tenemos en este discurso que ha circulado de Zelenski ). Está en las metodologías que implementamos para trabajar fomentando la cooperación.
No somos perfectos, por supuesto, pero sí trabajamos con la intención de construir un mundo perfecto. La propuesta de Solo Consultores, como “Declaración de Intenciones”, a través de la mirada del Valor Total y junto con toda la Red de Consultores Totales es una APUESTA POR LA PAZ. Es una apuesta por la convivencia. Es una apuesta por la cooperación entre personas y entre países. Es una apuesta por la confianza, aunque se nos haga muy difícil…
Confiamos y queremos confiar en que este conflicto armado pueda llegar a solventarse por la vía todavía posible de diálogo. Porque lo último que perdemos es la confianza y la esperanza…
Y bajando de las intenciones a lo concreto, cuando nosotros acompañamos personas (en procesos de consultoría, desarrollo, coaching / mentoring) no podemos olvidar nunca que estamos formando y desarrollando actuales y futuros líderes, personas que van a dirigir empresas o van a dirigir el mundo. Y creo que estamos obligados a preguntarnos, en cada intervención: “¿Estoy orientando a esta persona hacia la paz o hacia la guerra?”
Citando a María Montessori: “Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. La gente educa para la competencia, y éste es el primer principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para la paz.”