El aprendizaje no es sinónimo de escolaridad. Es un requerimiento permanente de las personas, de la sociedad, de las organizaciones. Durante nuestra infancia el proceso de aprendizaje es muy práctico: jugamos, recortamos, cantamos, observamos, escuchamos, practicamos, erramos, … pero poco a poco, cuando crecemos, la existencia de un paradigma unidireccional va convirtiendo este aprendizaje exclusivamente en una transmisión-absorción de información.
Personalmente ya hace unos años que encontré mi mejor manera de aprender. Me encantaban las “Mates” porque me permitían encontrar, por mis medios, las soluciones a diferentes problemas, equivocarme, investigar, … Con la música encontré una forma de expresar mis sentimientos más allá de la técnica, darme cuenta de cómo mi estado de ánimo influía en mi disposición corporal, en mi manera de transmitir la melodía, … fui “integrando aprendizajes”.
Desde SOLO y para integrar el aprendizaje a través de la experiencia, hemos creado diferentes formatos en los que generamos Experiencias de Aprendizaje.
El objetivo de las Experiencias de Aprendizaje es crear micromundos. En ellos recreamos cambios súbitos del mercado, situaciones en las que gestionar conflictos, espacios de asunción de roles, toma de decisiones, impactos externos que afectan a la organización, etc. De esta manera permitimos a los participantes vivir situaciones excitantes y retadoras sin olvidar que a la vez son motivadoras y entretenidas. Situaciones frente a las que se deberán tomar decisiones. Decisiones cuya consecuencia en la vida real tendrían una serie de costes. En las Experiencias de Aprendizaje el error no tiene coste, sino que es una oportunidad de aprendizaje.
En nuestras situaciones cotidianas, no dedicamos el tiempo necesario para pensar en el impacto que han tenido nuestras acciones, cómo han influido en los sistemas que nos rodean o cómo nos hemos sentido por haber tomado esa decisión. En las Experiencias de Aprendizaje trabajamos Espacios de Reflexión guiados que permiten justamente parar, pensar, reflexionar a nivel individual y grupal: darnos cuenta de qué nos está pasando, de qué nos mueve a tomar una decisión u otra, de cómo nos encontramos en un momento determinado, etc.
Si pudiéramos recibir una visión externa y neutra de lo que suponen nuestras acciones, cómo son percibidas por el otro, como impactan en decisiones posteriores,… tendríamos más herramientas que conseguirían anclar nuestro aprendizaje. Las Experiencias de Aprendizaje contemplan, también, la posibilidad de incluir un equipo de Observadores que den Feed-Back tanto a nivel individual como grupal.
En SOLO creemos que esta manera de aprender genera, más allá de la vivencia de la experiencia, posibilidades de cambio y lo hace mediante:
- La Observación y toma de conciencia de mis actos: ante una serie de eventos “Yo” he actuado de una manera determinada.
- La capacidad de transferir la vivencia al rol profesional: Muchas de las cosas que han pasado en esta experiencia se asimilan a lo que me puedo encontrar en mi día a día profesional.
- Y la incorporación de lo aprendido.