Me encanta aplicar aprendizajes y conceptos de otras disciplinas (deporte y música, por ejemplo) al management y al entorno empresa. A veces cuesta establecer la “traducción”, pero cuando se logra siento que ayuda a clarificar las cosas y a reflexionar sobre ellas de manera más fresca y descontaminada.
Soy un apasionado del rock. Los que me conocen lo saben bien. Y de vez en cuando me da por establecer estos paralelismos. No sé si siempre con acierto, pero a mí me divierte.
Foo Fighters es una banda de rock fundada por el exbatería de Nirvana Dave Grohl en 1994, tras la muerte de Kurt Cobain y la correspondiente disolución del grupo. Con los años Foo Fighters se ha convertido en uno de los combos rockeros más exitosos del planeta, agotando entradas allá por donde pasan y dejando éxitos tan relevantes como “The Pretender” o “Everlong”, aplicando un estilo bastante particular y, sobre todo, poniendo en escena una actitud positiva y buenrollera que les ha granjeado las simpatías de toda la audiencia rockera, más allá de gustos dentro del género.
Cesena es una pequeña ciudad italiana que no llega a los 100.000 habitantes y que generalmente queda fuera de los circuitos de conciertos de rock en Italia. Pues bien, un tal Fabio Zaffagnini se propuso que la banda hiciera un concierto en Cesena para complacer a los fans de allí, independientemente de criterios logísticos ni comerciales.
Ni corto ni perezoso se marcó el megalómano objetivo de reunir y coordinar a 1000 músicos de rock de toda Italia para grabar todos juntos la canción “Learn to fly” y difundirla por las redes sociales como mensaje de petición para el grupo. Tras muchos meses preparándolo, finalmente sucedió y el resultado fue…juzgadlo vosotros mismos haciendo click en la imagen:
Lograr conjuntar a 1000 músicos tocando un tema rock puede parecer una quimera. Si ya cuesta hacerlo con un grupo tradicional de 4, 5 o 6 miembros, ¿cómo se va a conseguir hacer sonar bien a 1000? Y se logró. ¿Por qué? Había un propósito. Un precioso propósito: pedirle a la banda que fueran a Cesena.
«Cuando hay propósito claro y compartido la cooperación es más factible»
Y es que un propósito moviliza a la acción, dota de energía a los colectivos y activa desde una conexión emocional.
Las 1000 personas acudieron a la llamada, pagándose los gastos, y prepararon el tema durante días y lo ejecutaron como quizá ya habéis visto.
¿Nos llevamos esta reflexión rockera a la empresa? ¿Hemos dotado de propósito a nuestras organizaciones, departamentos y equipos? ¿Sí? ¿Es bonito y motivante como el de llevar a los Foo Fighters a Cesena?
Quizá cuando lo logremos, la cooperación ocurra con mayor facilidad de la esperada y sin necesidad de “fomentarla”.
Como colofón vale la pena decir que este mega-grupo adquirió una identidad que lo cohesionó todavía más: The Rockin’1000. Y bajo esta identidad resulta que además de, evidentemente, lograr que Foo Fighters tocaran en la pequeña ciudad italiana, han estado girando por diversas ciudades, arrastrando a montones de fans del rock atraídos por la bonita historia que hay detrás.